La superficialidad: Ser superficial es depender de algo o de alguien. Depender psicológicamente de ciertos valores, de ciertas experiencias, de ciertos recuerdos contribuye ciertamente a la superficialidad.
Si tengo que cumplir ciertos ritos para mantener mi sensación de integridad o para recordar algún sentimiento que pude haber tenido alguna vez ¿no me hace superficial? ¿No me vuelve superficial el que yo me entregue a un país, a un proyecto, o a determinada agrupación política?
Si, el mundo es superficial y materialista, porque sin un buen corte de pelo, no somos nadie, sin el mejor vestido, no brillamos, sin una amiga popular, quien nos conoce?
Somos lo que somos, y hacemos lo que hacemos... pero ¿no es hora de mirar distinto? Es hora de que la mente humana empiece a registrar otros puntos de vista, a ver la persona de adentro y olvidarse de la sociedad que hoy en día convive en masa, porque si uno usa zapatillas fluorescentes, de seguro el día de mañana todos vendremos iguales...
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